EL RESULTADO DE LOS ÉBÓ
Antes de abordar este tema, tenemos que tratar de explicar por qué se realiza un ebó.
Cuando una persona va ante Ifá por una adivinación o cuando va ante un olorisa para una consulta con propósitos personales, independientemente de las motivaciones que lleve, el adivino, al realizar la adivinación, primero sacará una letra que es el odu que acompaña a la persona en ese momento; después determinará la forma en que va la persona, si es por la parte iré (positiva) o por el contrario, por la parte osobo o ibi (negativa); a continuación se sigue un proceso que lleva a saber qué iré u osobo trae la persona. Por ejemplo, si una persona sale osobo iku, esa persona viene con un mal de muerte y es en esto en lo que se enfoca el religioso, aun cuando para el consultante sea muy importante lo que lo hizo ir por adivinación. De esta manera podemos ver que nada es más importante que el diagnóstico de la adivinación, aunque la persona quiera resolver asuntos de dinero, si el adivino tiene que resolver primero lo que está diagnosticando el oráculo y si sale un estado de muerte o enfermedad para la persona, es a esto a lo que se tiene que enfocar.
Sabemos que casi por lo general, cuando una persona se realiza los ébó, espera resultados materiales como consecuencia de sus sacrificios, por ello queremos que se sepa que no todos los ébó van encaminados a mejorar la situación económica de quienes realizan los sacrificios, cada odu de Ifá tiene muchísimos ébó y cada uno de ellos tiene diferente finalidad.
Existen ébó aiku (para alejar la muerte), ébó arun (para alejar la enfermedad), ébó isegun ota (para vencimiento de enemigos y guerras), ébó aje (para dinero), ébó ibujoko (para asiento y estabilidad), etc. Como se puede ver, no siempre los ébó tienen la misma finalidad y la persona debe de saberlo, así como es deber del sacerdote explicarle esto a su ahijado.
Cuando nos realizamos cualquier ébó de los mencionados, esto es lo primero que tenemos que tener claro, pues no podemos esperar dinero si realizamos un ébó para alejar la muerte o la enfermedad. Por otro lado, es claro que el ébó, al quitarnos los males, nos puede atraer los iré de forma general, pero es importante tomar en cuenta que la misión central del sacrificio no es el que se resuelvan cosas ajenas a la parte fundamental para la que se marcó ese ébó.
Independientemente de para qué se marca un ébó, la forma de resolución depende mucho de si ese ébó es aceptado en el cielo o no. Es bueno que la comunidad religiosa sepa que, muchas veces, aunque el ébó fue bien hecho y fue marcado de forma precisa puede no ser aceptado en el cielo. Si al realizar ese ébó, si al terminar de rezar y preguntar si el ébó fin ébó da (si el ébó será aceptado en el cielo) nos responde que no, se tiene que preguntar qué otros materiales se le agregan o que le hace falta al cuerpo de la persona o quizá qué otra divinidad hay que tomar en cuenta para que ese ébó resulte efectivo y cumpla su cometido. Y desde ahí ya tenemos que saber que el ébó va a requerir un poco más de tiempo para resolver la problemática, pues no es lo mismo que el ébó sea aceptado inmediatamente, que requiera de más elementos para ser aceptado.
Claro está que la persona que realiza el sacrificio quiere ver resultados rápidos y muchas veces no comprende el por qué de la tardanza.
Si hoy lo explico, es para que más o menos se sepan las razones por las que algunas veces logramos resultados más rápidos y precisos y por las que otras veces estos demoran. De cualquier manera, esos resultados no se pierden porque todo lo que hagamos, aun cuando en algunos casos demore un poco, siempre nos dará resultados.
En muchas ocasiones realizamos buenos sacrificios, pero si tenemos algún enemigo bloqueando el camino a la prosperidad, entonces su mala intención puede provocar que se bloquee un poco el camino a la prosperidad y, por la misma razón, nuestros sacrificios no darán los resultados que nosotros esperamos. En estos casos, como humanos nos desesperamos, pero viendo las cosas desde el punto de vista religioso, no debemos de perder la calma ni tratar de tomar atajos para llegar a donde queremos. Siempre se deben de buscar bien las razones por las que no hemos obtenido los resultados deseados.
Otra causa de que no se tengan resultados es que a veces estamos rompiendo algún eewo y esto evita que se cumplan de forma cabal nuestras peticiones; otras veces nos falta alguna obra con la que tenemos que cumplir para lograr que se desaten la abundancia y la prosperidad para nosotros, de tal manera que las razones por las que un ébó no cumple totalmente su misión pueden ser muchas y variadas, por ello es bueno conocer algunas de ellas para que, conociéndolas, no falte nuestra voluntad en que se cumpla la misión final del ébó.
Por otro lado, es bueno señalar que aun cuando el ébó no sea aceptado en el cielo, esto no quiere decir que todo el sacrificio haya sido en vano. A través del Ese Ifá OSE IWORI podemos darnos cuenta de que todos los sacrificios que hacemos tarde o temprano nos darán los frutos deseados
Ahora bien, ¿cómo se puede evitar que los ébó lleguen al cielo?
1) Hay que realizar el ébó en el tiempo marcado. Cuando nosotros nos demoramos mucho en realizar el ébó, nosotros mismos nos obstaculizamos, pues ese ébó está marcado para vencer la problemática de un momento preciso y no está diseñado para romper las problemáticas dentro de un tiempo no considerado, sería como aconsejar que se use paraguas para un día de lluvia y, en lugar de eso, usarlo al mes, cuando el tiempo está fresco y tranquilo.
2) Hay que cumplir también con los consejos, no sólo hacer el ébó.
Si Ifá dice que a una persona le sale un odu que indica que la persona no debe de salir de noche, o no debe de mojarse con agua de lluvia, o no debe de meterse en el mar, esa prohibición es parte del sacrificio, el sacrificio no sólo es dar, sino evitar hacer, eso es el eewo, esa la prohibición y es tan importante como el mismo sacrificio.
3) Hay que realizar los sacrificios con fe.
4) Los sacrificios se deben hacer completos. Cuando los sacrificios se hacen incompletos no es suficiente. Aunque la persona se realice un ébó, no es suficiente porque para que ese ébó se cumpla, tienen que realizarse los otros sacrificios marcados.
5) Un obstáculo más es cuando la persona realiza el sacrificio, pero tiene una mala idea o un mal pensamiento del sacerdote que le hace el sacrificio.
Pueden ser muchos y variados los motivos por los que un ébó no se cumpla, pero es importante saber que también tenemos que cumplir con los demás consejos, de lo contrario, es aconsejable mejor no hacer nada
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