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sábado, 8 de noviembre de 2014

Apetebí Ayafá

Apetebí Ayafá, es el grado más alto al cual llega la mujer en Ifá. Para muchas casas, debe tratarse de una Olorisha con todos sus atributos recibidos, con muchos conocimientos de Ocha y adicionalmente debe haber levantado el tablero de Ifá de un Babalawo en su acto de consagración, los cuales son los requisitos mínimos. De hecho en la consagración de Ifá, es de carácter obligatorio que una mujer levante el Ifá del consagrado. Sin mujeres, no hay consagraciones de Ifá posibles. Sin embargo, hay una confusión: El solo hecho de levantar el tablero de Ifá, no hace a la mujer automáticamente una Apetebí Ayafá.
Para ser Apetebí Ayafá, hace falta pasar por una consagración para ese propósito. La misma nace en el Odu Oddi Meyi y se utiliza una canasta especialmente consagrada para ese propósito, llamada Agbon Ni Oshe Yakata la cual además es hereditaria. Con esta canasta es que la Apetebí Ayafá “Atefa” de forma singular. Dentro de la canasta se colocan los Ikines y el padrino Babalawo va moviendo la canasta de forma tal que los Ikines salten, con el fin de que la Apetebí, los atrape en el aire. De acuerdo a esto, va sacando su Odu. Esta es una de las ceremonias más bonitas de nuestra tradición y todo un festejo. Es con esta ceremonia, que la mujer recibe los 16 Ikines de Ifá y se le retira el Olorí, o sea, el Ikin que recibió en su consagración como Apetebí, esta mano de Ikines se llama Adele Wa Nifá Tolú.
Hay muchas discrepancias sobre quien debe ser la Apetebí Ayafá del Babalawo.Unos dicen que debe ser la madre, otros dicen que deben ser la esposa. Los que esgrimen que es la madre, solo otorgan argumentos débiles con respecto a esto.Que si la mujer puede ser infiel, que si se puede divorciar del Babalawo y que la Madre jamás abandonará a su hijo, todo lo que demuestra solo un conjunto de inseguridades. Sin embargo, el argumento más sólido que esgrimen los defensores de la Madre, es el hecho que se considera que Ifá y la Apetebí Ayafá forman un vínculo muy fuerte y que no le es muy agradable a Ifá estar pasando de mano en mano, como podría ser el caso de las esposas debido a los divorcios. No debes pensar, bajo ningún contexto, que los que esgrimen esto sean inexpertos. De hecho, muchos Babalawos viejos de Cuba aseguran que la mejor Apetebí Ayafá, es la madre.
La madre tiene el derecho a ser Apetebí Ayafá, no por el solo hecho de levantar el tablero de Ifá, sino por haber dado a luz a un Babalawo. La esposa, es la que por específicamente levantar el tablero de Ifá, le corresponde ser Ayafá, ya que será la que estará con el Babalawo. La madre del Awó, ante OLOFIN y ORUNMILA lo más grande que pudo hacer, es haber dado a luz a un Babalawo y no levantar un tablero. El hijo sea Babalawo o no, siempre deberá contar con la Madre para todo. De hecho, Ifá nos dice que nuestra madre, puede hacer hasta Ebbó por nosotros y es aceptado.
Una cuestión etimológica combinada con el Patakí que nos habla de esto, indica que la Apetebí Ayafá, debe ser la esposa. Etimológicamente hablando Ayafá deriva de las palabras Yoruba Aya = ESPOSA y Fá = IFÁ, o sea Esposa de Ifá, lo que inmediatamente hace deducir que es la esposa del Babalawo y no la madre. De hecho, era la mujer y no la madre de Orunmila quien en Oddi Meyi, estaba recibiendo este atributo e inclusive estaba esperando un hijo de este. Lo cierto es que Ochún estaba enamorada y era mujer de Orunmila, esperaba un hijo de él y además Orunmila buscó el concurso de sus otros hijos con Yemayá para que lo ayudaran en la ceremonia. Me parece que a todo lo largo del Patakí en cuestión no se hace una sola mención de la madre de Orunmila por ningún lado. Además, a lo mejor de mi entender, esta ceremonia nace en Oddi Meyi y no en Oddi Tauro.
Por muy increíble que parezca, algunos esgrimen que no somos Orunmila y por tal razón no ponen a la esposa, sino a la madre como Apetebí Ayafá. Esto como puedes ver, es totalmente absurdo, ya que si eres Babalawo y te ves con un Odudon de Orunmila resolvió alguna situación haciéndose un Ebbó “X” ¿No te harás ese Ebbó porque tú no eres Orunmila? ¿O solo aplicas el concepto a lo que te sea más conveniente? Todo en nuestra religión EMULA las situaciones que leemos en los Patakíes y hasta donde he visto, no es la madre la que ayuda en sus menesteres diarios a Orunmila, sino su o sus ESPOSAS.
La madre, al haberle dado la grandeza en la religión y al haber sido bendecida por Olodumare y Orunmila de haber dado a luz a un hijo Babalawo, tiene derechos intrínsecos y que nadie le puede quitar, incluyendo el hecho de ser Apetebí Ayafá.
De hecho, en nuestra religión se establece que los poderes de los Orishas son complementarios con los de sus ESPOSAS, no con los de sus madres.
Un ejemplo claro, son los poderes complementarios de Changó y Oyá, algo que inclusive en tradición nigeriana, también se aprecia. En otras palabras, nosotros tenemos nuestros complementos con nuestras esposas y el Babalawo debe trabajar su casa de Ifá con su “poder complementario” que es la esposa o Apetebí Ayafá.
La Apetebí Ayafá cumple funciones muy específicas al lado de su esposo Babalawo, pero además entrega Orishas, consagra en Ocha, aun cuando la mujer no puede trabajar el Diloggun en casa de un Babalawo, esta lo trabaja cuando es menester hacerlo (ceremonias de Yoko Ocha, entregas de Orishas de Adimú y suItá) y ejecuta otras funciones que su esposo no puede, por muy Babalawo que sea. Esto se llama usar los “Poderes Complementarios”.
Dentro de Ifá, la Apetebí Ayafá es responsable de organizar las ceremonias que vaya a efectuar el esposo y ayudarlo en sus consultas diarias, es la responsable de la organización de ceremonias y las cosas pertinentes al Ifá del esposo, así como la guardiana de los archivos del Awó. Sobre todo, no solo puede, sino que debe aprender Ifá.
Otra cosa, una mujer SIEMPRE debe levantar el Tablero. Recientemente leí como un Babalawo decía que uno mismo debía levantar su Ifá. Ya esto te debe venir dando una idea de la clase de Babalawo que es, lo que le hicieron y peor aun, lo que él mismo le hace a sus ahijados. Si la esposa o la madre no están presentes, ya sea porque no es casado o la madre no ha podido asistir porque no comparte su religión o porque su madre es difunta o por cualquier otra razón, el tablero, aun así, DEBE SER LEVANTADO por una mujer. Eso de que el Babalawo levanta su propio tablero, SI es un invento moderno.
El poder que tiene la Apetebí Ayafá sobre el tablero del Babalawo, es único. Si el Babalawo se divorcia de su Apetebí Ayafá, esta jamás perderá el poder que tiene sobre este tablero y tampoco le quita su estatus de Ayafá, si ya pasó por la ceremonia. Esto no es más cierto que el hecho que un ahijado que se pelee con su padrino y se va, deja de ser Babalawo. Ese es el miedo real detrás de esta discusión. Se le llama generalmente COBARDÍA, miedo a lo que pueda hacer la Apetebí contra el Awó, por medio de ese poder que reside en ella y ya ves por que mencionaba que era un cúmulo de inseguridades.
Si el Babalawo se divorcia ¿No puede tener o consagrar otra Apetebí Ayafá? Obviamente si, pero también se quiere discutir con lógicas absurdas. Claro que esta Apetebí no tendría el poder sobre el tablero, de la primera esposa. Eso jamás ocurriría. Eso no se puede discutir. Tampoco es hacer ceremonias por hacerlas. Si la nueva esposa del Babalawo, cumple con todos los requisitos para hacer la ceremonia de Apetebí Ayafá ¿No se le puede hacer por motivo de estar casada con un Babalawo que ya tuvo una primera Apetebí Ayafá? Sería absurdo afirmar eso.
Ahora supongamos que la madre del Alawo es difunta y este es soltero. Una mujer de la casa de Ifá donde se le hizo la consagración, levantó este tablero y lo bailó e hizo todo por el libro. El Alawo comienza a trabajar Ifá y en un par de años conoce a una mujer religiosa y decide casarse con ella. Supongamos que la mujer en cuestión es una Olorisha que cumple con todos los requisitos para ser consagrada como Apetebí Ayafá ¿El joven no puede hacerle la ceremonia, porque otra mujer levantó su tablero? ¿O debe casarse a la cañona con la mujer que lo levantó? ¿Se queda sin Apetebí Ayafá?
Ahora veamos el escenario de la Madre como Apetebí Ayafá. Lo primero que debo decirte es que no es el hecho de levantar el tablero del Babalawo lo que hace que una madre pueda ser consagrada como Apetebí Ayafá. Como ya dije, es el hecho de haber dado a luz a un Babalawo, lo cual le da la bendición de Orunmila y Olodumare. Aun si la madre no levantó el tablero del hijo por cualquier razón, eso no la imposibilita a que se le haga la ceremonia (si cumple los requisitos claro está). Se le puede hacer la ceremonia como una DEFERENCIA, por la bendición que ella recibe por parte de Orunmila y Olodumare y por el profundo respeto que debe sentir todo hijo por su madre y esto es totalmente válido, aun cuando la esposa haya sido la que levantó el tablero del Babalawo.
Pero quedarían otras variables por resolver. Obviamente, nuestras madres deben morir primero que nosotros. Es una ley natural de la vida. Nuestra religión sigue precisamente ese mismo camino: las leyes naturales de la vida y no es la madre, sino la esposa, la que convivirá con ese Babalawo y con quien compartirá su vida matrimonial y religiosa. Pero volviendo al tema, ¿No puede el Babalawo tener otra Apetebí Ayafá que cumpla los requisitos si su madre muere?.
Aun cuando sabemos que nadie a quien se le haga esta ceremonia tendrá la injerencia sobre el tablero del Babalawo, como la que lo levantó en su consagración, esto no es excusa para que el Babalawo no pueda consagrar como Ayafá a una nueva esposa si cumple los requisitos y mucho menos es una excusa, para tratar de limitar la vida religiosa de una mujer, por tratar de seguir absurdas lógicas que nadie puede decir o establecer a capricho, o porque tiene miedo de que lo hagan CORNUDO. Si le da miedo ser CORNUDO, entonces no se case, ya que casarse es precisamente la condición predisponente a que luego no pueda pasar por la puerta de su casa, sin tener que agacharse.
Sabemos que este tema es polémico en cuanto a quien debe ser la Apetebí Ayafá de un Babalawo, pero solo basta echarle un vistazo al Patakí para darse cuenta que esta consagración, Orunmila no se la hizo a su madre. Nuevamente indico que en esto solo brindo mi opinión, pero lo que es importante en todo caso, es conocer que el solo hecho de levantar un tablero de Ifá, no es lo que hace que una mujer esté automáticamente consagrada como Apetebí Ayafá, ella debe pasar por la ceremonia correcta



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