tubrujo correo

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viernes, 6 de diciembre de 2013

Quién determina el Angel De la Guarda ¿Usamos dilogún o Opón Ifá?

Este es un tema complejo y que con toda honestidad requiere más que un simple artículo para exponerlo propiamente con todos sus puntos a favor y en contra. Sin embargo, para los propósitos de este escrito en  TUBRUJO.COM la idea es proveer referencias a aquellas personas que estén en busca de guía porque no entienden el proceso de determinar el orí. He recibido recientemente bastantes correos electrónicos por parte de personas que han enfrentado esta situación y en lugar a responder a correos individuales, estoy acá proveyendo unos parámetros al grano para ayudarles a encontrar su camino y determinar por sí mismos qué les conviene más.
Voy a ser sumamente claro con respecto a un hecho, el determinar el Orí de una persona no es un juego. Este es un paso crucial en la vida de una persona que se esté preparando para convertirse en un olosha o sacerdote en la religión Lukumí. Esto no es algo que se hace a la ligera solo por averiguar cuál es el orisha que está reclamando su cabeza para que la persona vaya luego por ahí a vanagloriarse de que es omó o hijo de este o de aquel otro orisha. Esto no se trata de pertenecer a un club. Si una persona no tiene la necesidad de convertirse en un olosha, entonces no tiene la necesidad de indagar cuál es su orisha tutelar ya que es un desperdicio de tiempo y de recursos además de posiblemente acarrear otros compromisos tácitos con los orishas.
Habiendo dicho esto, la historia nos dice que en la tierra Yoruba hay una manera en la que las cosas se hacen y que también de igual manera hay un proceso de evolución en el Nuevo Mundo, pero claro está acá nuestras prácticas son un hibrido porque somos Lukumí. Por tanto, debemos tener cuidado de balancear el legado de nuestros mayores en las Américas con las tradiciones del Viejo Mundo.

La practica comun en la tierra Yoruba es el que los iniciados pasen por el proceso conocido como “pies y cabeza”. ¿Qué es eso? Esta es la práctica de dar al iniciado los llamados guerreros (Eleguá o Eshu, Ogún, Oshosi y Osun) al igual que su orisha tutelar sea cual resulte ser. Según describe Nicolás Angarica en su obra esa era la manera en que las cosas se hacían en un principio también en Cuba. La iniciación moderna evolucionó de lo que algunos describen como la necesidad de dar al iniciado fuerza adicional y apoyo y convertirle en un repositorio de más misterios o de los orishas que son considerados como los pilares de la religión. Estos pilares lo son Yemayá, Obatalá, Oshún y Shangó. Por tanto una persona podía tener cualquiera que fuera su orisha tutelar, mas los guerreros y los cuatro pilares (en muchos casos uno de esos pilares es el orisha tutelar y Sólo el orisha tutelar Iba a la cabeza del iniciado, los demás eran presentados a los hombros como apoyo.
La practica común para los Lukumí es hacer la versión expandida de la iniciación, sin embargo, en los últimos 20 años se ha visto el resurgimiento del método de pies y cabeza ya que es menos costoso y es un reflejo del deseo que algunas personas tienen de “buscar regresar a las prácticas originales”. ¿Existe la necesidad de volver a re-definir las prácticas actuales que son funcionales y de uso común? Esto es algo que requiere debate cuidadoso y adicional. Desde mi punto de vista, no hay tal necesidad pero siempre estoy abierto a considerar una buena conversación bajo un tema por separado.
Hay dos corrientes de pensamiento cuando se trata de determinar el orisha tutelar de una persona. Una de estas aboga solamente por el uso de Ifá por medio del tablero de Orunmila conocido como Opón Ifá. La otra corriente aboga por el uso del dilogún. Yo no estoy aquí para debatir cual está bien y cuál está mal. Es un hecho que ambas están en lo correcto. Sin embargo, debido a política, al deseo de influencia y de poder que exhiben algunos seguidores de Ifá, y, honestamente a la falta de humildad que muchos seguidores de la religión Lukumí tienen que no se pueden dejar guiar por el principio que dicta que el conocimiento está compartido, que siempre tendremos un sabroso y candente debate sobre este tema.
Voy a hablar desde el punto de vista de experiencia personal apoyado por mis investigaciones teologicas, antropologicas y filosoficas.

La boca de los orishas es el dilogún, por tanto, es por medio del dilogún que el orisha tutelar del futuro padrino que el orí del futuro iniciado se expresará indicando cual es su orisha tutelar. Esto es una cosa de lógica. El que no confíe en el dilogún para determinar este paso fundamental, entonces, ¿por qué debería confiar en el dilogún para determinar el itá y otras decisiones fundamentales en la vida de un iniciado? Piénselo cuidadosamente.

1. Determinando el Orí por medio del Dilogún
Lo primero que hace falta para proceder a determinar el orí de una persona es el tener una indicación clara de que esta persona está destinada a convertirse en un olosha y esto se ve en un patrón establecido en varias lecturas. Los patrones son cruciales porque muestran una progresión y una evolución en la vida de esta persona. Considere las palabras de Aristóteles, “Una golondrina no hace verano…” Necesitamos establecer como futuros padrinos que la persona seleccionada para ser un olosha viene con un compromiso firme y a sabiendas de que sabe en lo que se va a meter por el resto de su vida. Este no es un paso sencillo; es un compromiso de por vida.
El dilogún del futuro padrino o madrina es el que se usa para determinar cuál fue el orí que seleccionó el individuo antes de nacer. Algunas personas dicen que se debe usar el dilogún del Eleguá del padrino o madrina. Sin embargo, yo soy de las que abogo por la lógica. Por tanto, ¿cuál es la lógica de usar el dilogún de Eleguá si el iyawó va a nacer del orisha del padrino o la madrina? Si pasa que el padrino o madrina tiene a Eleguá como orisha tutelar, fantástico, entonces se consulta con ese dilogún; de lo contrario, el orisha que lleva el peso de la responsabilidad durante el proceso de kariosha del futuro olosha debe ser el que asuma la responsabilidad de hablar por el orí de ese futuro iyawó. Se pueden establecer argumentos a favor de cualquiera de estas tendencias pero yo prefiero guiarme por la lógica y no por argumentos acalorados.
He aquí el proceso que se debe llevar a cabo cuando se usa el dilogún. Un oriaté o el mayor de la casa le da de comer a Eleguá un pollón o un gallo y dos aves de la preferencia del ángel de la guardia del futuro padrino o madrina. Al orisha se le permite que descanse y al otro día se baja el caracol del orisha para la consulta. El futuro olosha, el padrino y el futuro oyugbona al igual que al menos dos otros testigos deben de estar presente.
Por aquello de ser claros, permítame ilustrar esto. En mi caso, ya que mi orisha es Yemayá, se le da de comer primero a Eleguá su gallo y después se le dan dos gallos a Yemayá ya que esas son sus aves preferidas. En caso que mi orisha tutelar fuera Oshún hubiera dado un gallo a Eleguá y dos gallinas amarillas a Oshún. ¿Visualiza ahora el proceso?
No he visto este proceso fallar. Sin embargo, he visto fallar la lectura cuando un olosha consulta simplemente el caracol de Eleguá para determinar el orí (sea que Eleguá sea el orisha tutelar o no del futuro padrino) y no se hace el sacrificio de antemano. El acto de dar de comer al orisha tiene su propósito, es propiciatorio y abre la comunicación con ese orisha mientras que a la vez establece un enlace entre el futuro iniciado y la casa a la que habrá de pertenecer. No puedo dejar de recalcar nuevamente que este es un proceso de mucha importancia, el establecer este vínculo.
Si pensamos en la manera en la que las cosas eran en Cuba, el cual es mi punto de referencia en la práctica Lukumí como religión de la diáspora, entonces las primeras oriateces eran mujeres. Por lo tanto, no había otra manera de determinar el orí de una persona sino era por medio del dilogún. Con la llegada de awós a Cuba se presenta la disponibilidad de otros medios de adivinación que se integran eventualmente a la práctica cotidiana. Hay un patakí que sostiene la neutralidad de Ifá en el proceso de determinar el orisha tutelar.
2. Determinando el orí por medio de Ifá
Los patakí son una cosa magnifica porque nos permite a los oloshas y a awós el poder explicar nuestros puntos de vista y establecerlos, bueno como si fueran verdades irrefutables y casi como evangelio. Hay un patakí que habla de cómo la avaricia de Obatalá le llevó a determinar que todo el que se consultaba con él para determinar su orí terminaba siendo su omó ante la sorpresa de otros orishas quienes fueron a protestar frente a Olofi. Olofi decidió que como a Ifá no se le corona per se, entonces debería ser Orunmila quien determinara los orishas tutelares ya que él no tenía nada que ganar del proceso.
Como mencioné anteriormente, este articulo no está destinado a poner a Ifá contra los orishas o a los babalawos contra los oloshas. Ambos tienen su espacio ritual. Dejemos a un lado los patakís que son excelentes instrumentos nemónicos y que pueden también ser una manera de justificar un proceso. Veamos por qué Ifá es la alternativa lógica para determinar el orí de un individuo.
(A) Orunmila como dicho en el patakí que resumí fue traído a participar como un árbitro. En muchos casos ese es su rol, el aclarar argumentos y el calmar a los orishas o irunmoles.
(B) Orunmila es de igual manera el elerí ipín o el testigo de la creación que estaba al pie de Olodumare cuando cada persona escoge su destino o camino.
(C) Orunmila conoce el pasado, presente y futuro. Este es un punto de vista de gran ventaja que muchos awós reclaman dar una ventaja al opón ifá sobre el dilogún. Sin embargo, mi pregunta lógica es, ¿si el sistema es tan superior al dilogún, entonces por qué usarlo para determinar el itá en el kariosha y no el opón ifá? Por supuesto, conozco la mecánica tras el uso del opón ifá y por tanto sé que no cabe en el marco ritual del kariosha, pero de igual manera la pregunta ha sido hecha. Uno no puede argüir que un sistema tiene el conocimiento supremo o control sobre el otro. La realidad es que ambos tienen su espacio ritual y que una persona que dice tener dominio absoluto se hace de la vista gorda ante la realidad que Olodumare puso a nuestro alcance una variedad de instrumentos adivinatorios cada uno con su uso particular. Si Olodumare hubiera considerado que sólo se necesitaba a Ifá, entonces, ¿por qué permitir otros sistemas y darlos a los irunmoles para su uso?
En conclusión, Ifá puede determinar el orí de una persona durante el proceso de entrega de awofaka (para hombres) e ikofá (para mujeres). Es crucial que estén presentes en este proceso al menos tres babalawos y que se consulte con el Opón Ifá para determinar la cabeza de una persona. No todo mundo necesita recibir el awofaka (es para los hombres) y el ikofá para las damas. Por lo tanto, en teoría, no todo mundo necesita recibir esta iniciación y no todo mundo necesitaría pasar por Ifá para determinar su orí.
Nuevamente, depende del padrino o madrina (en comunicación con el futuro iniciado) el seleccionar el método para determinar el orí de acuerdo con las prácticas de la casa o el ilé. Note que abogo por la comunicación. Nadie debe ir a este proceso tan crucial sin comprenderlo plenamente de antemano y de ver la lógica tras su selección cualquiera que esta sea. De cualquier manera se trata de su cabeza y de su futuro espiritual y si no hay una comunicación abierta y respeto desde un principio, entonces, ¿para qué iniciarse bajo esos mayores y en dicho ilé?
Espero que este artículo aclare algunas de las preguntas que he recibido y que fomente entre los lectores un dialogo productivo y que el mismo también se de entre futuros iniciados y ahijados. En esta convivencia es que se ve la bondad de las personas que lo lean a llevar conversaciones de nuestro sistema y la belleza de nuestras tradiciones religiosas



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