¡Oh! Espíritu amantísimo, símbolo de la existencia del alma, a ti rogamos. Invocando al nombre del Padre, en nombre del Hijo y el nombre del Espíritu Santo, ser escuchados en nuestra súplica. Antes de apelar a tí en solicitud de tu intersección ante DIOS para recibir el Don de nuestra necesidad, nos permitimos recurrir a la misericordia infinita de Nuestro Señor Jesucristo para que nos perdone nuestros innumerosos pecados, manifestándole nuestro arrempentimiento y nuestro próposito de enmienda: asegurándote que todo lo que te pidamos ha de ser para bien nuestro, para bien de otros y solamente para el bien. ¡Nunca jamás para el mal!. Francisca Duarte espíritu amantísimo: a cambio del favor que recibamos por tu intersección ante DIOS, te prometemos que trabajaremos con los medios que nos sean dados, por la Gloria de Nuestro Señor y por la Gloria de tu propio espíritu.
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